Las vitaminas. Parte 1: vitaminas del complejo B

Concepto

Las vitaminas son moléculas químicas que participan en múltiples reacciones corporales de síntesis y limpieza de substancias, imprescindibles para la función normal del organismo. Fundamentalmente actúan como catalizadores (aceleradores) de las reacciones químicas.  Además, pueden tener funciones fundamentales como: antioxidantes, desintoxicantes, proliferativas y antiproliferativas.

Aspectos generales

Por lo general, las vitaminas no pueden ser sintetizadas por el organismo y tienen que ser ingeridas con la dieta. Cuando no es así se producen déficit vitamínicos, con sus consecuencias clínicas. Esto es muy importante tenerlo en cuenta en los sujetos que realizan dietas restrictivas (obesos, vegetarianos, etc.) pues de no hacerlo, desarrollaran carencias vitamínicas con sus correspondientes cuadros clínicos. Generalmente, los síntomas son ligeros, incluso  a veces, son cuadros subclínicos de difícil diagnóstico, pero  pueden ser severos y difíciles de diagnosticar.

Existen dos tipos de vitaminas según su solubilidad en agua y lípidos: hidrosolubles y liposolubles. Pertenecerá uno u otro grupo determina la frecuencia de carencias vitamínicas. Así, las vitaminas hidrosolubles se almacenan en el organismo en escasa cantidad y, por consiguiente, su carencia suele ser rápida, cuando la dieta es deficiente. Por el contrario, las liposolubles tienen un almacenamiento corporal importante y la aparición de déficit clínico necesita de carencias prolongadas. Seguidamente revisaremos ambos tipos de vitaminas.

 Cada una de estas vitaminas tiene unos niveles sanguíneos normales, unas funciones, fuentes y requerimientos específicos y su carencia o exceso suele producir trastornos diferentes que es a lo que deben fundamentalmente su importancia. Por tanto, debemos conocer todos estos aspectos para diagnosticarlos y tratarlos adecuadamente. A dicho fin, las dividiremos en dos grupos: las vitaminas del complejo B que son todas hidrosolubles y las vitaminas no pertenecientes al grupo B que son todas liposolubles excepto la vitamina C que es hidrosoluble.

 El complejo de vitaminas B

 La vitamina B1 o tiamina

Las fuentes principales de esta vitamina son los alimentos de origen animal. Pescados ricos en esta vitamina son el lenguado y la palometa. También son ricos el hígado de los mamíferos, el musculo de cerdo y la yema de huevo. También los cereales integrales, las patatas, las legumbres, la leche de soja y la calabaza tienen cantidades considerables.

Las funciones de la tiamina.- tiene dos funciones principales, a saber: participar en las reacciones de descarboxilación en el metabolismo de los Hidratos de Carbono y ser co-factor de la transcetolasa que traslada los cuerpos cetónicos.

Los requerimientos dependen de la edad y el sexo, así:

  • entre los 14 y 18 años
    • los hombres necesitan 1,2 mg/día
    • las mujeres 1 mg/día
  • las necesidades de los mayores de 19 años
    • hombres 1,2 mg/día
    • mujeres 1,1 mg/día
  • durante el embarazo y la lactancia son necesarios 1,4 mg/día.

La carencia de esta vitamina produce síndromes graves como:

  1. Síndrome de Wernicke-Korsakoff
  2. el beriberi, del que existen tres formas:
    1. una forma húmeda caracterizada por síntomas neuromusculares, edemas, anorexia, malestar y debilidad;
    2. forma seca caracterizada por dolor, disminución de la sensibilidad y parestesias en miembros superiores
    3. el beriberi cardiaco caracterizado por cardiomegalia, taquicardia sinusal y edemas periféricos

No se ha descrito toxicidad con esta vitamina. Es inestable ante el calor el oxígeno y el ácido.

 Vitamina B2 o riboflavina

Las fuentes principales de esta vitamina son la levadura y el germen y salvado de trigo. Son ricos también el hígado de animales, los huevos de gallina y la leche y derivados. Las verduras y las frutas contienen pequeñas cantidades.

La función de esta vitamina es debida a que forma parte de co-encimas como la FAD y la FMN, además es transportadora de iones Hidrógeno en la cadena citocrómica, desempeñando un papel enzimático importante en la respiración celular. Dada la última función podría ser importante en el proceso de envejecimiento, sin embargo, no se conoce si, en el viejo, preserva la función mitocondrial ni si mejora las situaciones de peroxidación aumentada, relacionadas con el envejecimiento.

Los requerimientos varían con la edad y sexo.

  1. De 9 a 13 años los varones y las mujeres requieren 0,9 mg/día
  2. De 14 a 18 años requieren ambos sexos 1 mg/día.
  3. A partir de los 18 años
    1. los varones requieren 1,3 mg/día
    2. las mujeres requieren 1,1 mg día.
  4. Durante el embarazo se necesitan 1,4 mg/día
  5. Durante la lactancia 1,6 mg/día

Las carencias se producen sólo en situaciones especiales como:

  • durante el alcoholismo crónico
  • tras la toma de algunos fármacos como: la clorpromacina, amitriptilina y ciertos anticancerígenos
  • los síndromes de malabsorción
  • el hipotiroidismo
  • la beta-talasemia
  • la fototerapia en el neonato

El exceso no se ha descrito hasta el momento en el ser humano. Es estable al calor, oxigeno y calcio e inestable a la luz ultravioleta.

Las manifestaciones clínicas del déficit de esta vitamina son:

  • la estomatitis angular
  • la anemia hipocrómica
  • la dermatitis seborreica
  • la glositis
  • la lengua depapilada y magenta

 Vitamina B3 o niacina

Sus fuentes principales son: ciertas partes de animales como el hígado de ternera, novillo y cerdo. También son ricos es esta vitamina el pescado, los huevos  y el pollo. Los cereales del desayuno suelen ir enriquecidos de esta vitamina por lo que son una buena fuente. El triptófano es un precursor importante de esta vitamina.

Es estable a la luz, el calor, la oxidación y los álcalis.

Sus funciones se deben a que es  un componente importante de las coenzimas NAD y NADP que interviene en el metabolismo de los hidratos de carbono y aminoácidos y participa en la transferencia de hidrogeniones.

Los requerimientos son:

  • 9 a 13 años varones y mujeres 12 mg día
  • 14 a 18 años
    • varones 16 mg/día
    • mujeres 14 mg/día
  • Los mayores de 19 años
    • varones necesitan 16 mg/día
    • las mujeres 14 mg/día.
  • Durante el embarazo las necesidades son de 18 mg/día
  • Durante la lactancia de 17 mg/día.

El déficit produce pelagra que se conoció clásicamente como la enfermedad de las tres D (dermatitis, diarrea y demencia) y esta caracterizada por afectación de la piel (dermatitis) de las mucosas (estomatitis, lengua dolorosa) y del digestivo(nauseas con vómitos) síntomas de dolor y entumecimiento. El exceso se produce cuando se toman dosis superiores a tres gramos día y se caracteriza por fenómenos de vasodilatación (flases) prurito dérmico, disminución de la concentración de lípidos, trastornos intestinales y hepatitis fulminante. Acontecen generalmente cuando se emplea en el tratamiento de la dislipemia.

 Vitamina B5 o acido pantoténico

las fuentes principales son las semillas de girasol, el hígado, los huevos y los cereales integrales, pero se encuentra en todos los alimentos, lo que hace su déficit anecdotico.

Su función es intervenir en la biosíntesis de los ácidos grasos que forman el complejo enzimático de la sintetasa.

Sus requerimientos entre los 14 y 50 años son de 6 mg día en ambos sexos, excepto en la lactancia y en el embarazo que se elevan a 7 mg/día.

El déficit produce cefaleas, perdida de campos visuales, alteraciones gastrointestinales y neurológicas, calambres y malestar general.

No se han observado síntomas por toxicidad y no se ha establecido el nivel máximo de consumo tolerable.

 Vitamina B6 (piridoxina, piridoxamina y piridoxal)

Las fuentes principales son el hígado y las carnes animales, el pescado y las verduras, así como en los cereales enriquecidos que se toman con el desayuno. Tienen cantidades importantes también los frutos grasos como el plátano, la chirimoya. También se encuentra en determinados frutos secos como anacardos cacahuetes.

Su función viene determinada por su participación en la síntesis y degradación de aminoácidos, así como en la síntesis de ácidos grasos insaturados, a partir de los ácidos grasos esenciales como el linoleico y el linolénico. Además es necesaria para la conversión de triptófano en niacina.

Los requerimientos de esta vitamina son:

  • Entre los 14 a los 18 años son:
    • hombres 1,3 mg/día
    • mujeres 1,2 mg/día.
  • Entre los 19 y 50 años son:
    • hombres 1,3 mg día
    • mujeres requieren 1,6 mg/día
  • En los ancianos son
    • hombres 1,7 mg/día
    • mujeres requieren 1,5 mg/día
  • En el embarazo se requieren 1,9 mg/día
  • En la lactancia materna 2 mg/día

La carencia de esta vitamina acontece fundamentalmente en:

  • sujetos que toman medicaciones antagonistas de la B6
    • isoniacida
    • cicloserina
  • las mujeres que toman anticonceptivos orales
  • los sujetos que ingieren cantidades importantes de alcohol

La vitamina es estable a la luz, el calor y la oxidación.

La carencia produce síntomas variados, a saber: debilidad, dermatitis seborreica, glositis queilosis, estomatitis angular, anemia microcítica e hipocrómica, vómitos, neuropatía periférica, irritabilidad, depresión y convulsiones.

La hipervitaminosis (el exceso) se produce solo por administración prolongada en cantidades mayores de 500 mg/día y se caracteriza por la aparición de ataxia y polineuropatías periféricas.

Vitamina B8 o biotina

Se encuentra en todos los alimentos. Los más ricos son la leche y sus derivados, huevos, cereales, legumbres e hígado de animales.

Los requerimientos son:

  • Entre 14 a 18 años son 25 microg/día en ambos sexos
  • En los mayores de 18 años de 30 microg/día.
  • Durante el embarazo 30 microg/día
  • durante la lactancia ascienden a 35 microg/día

Su función es ser coenzima de las carboxilasas, encargadas de la carboxilación de múltiples reacciones metabólicas.

La carencia es rara se da en casos con ingesta elevada de huevos crudos por la presencia de avidina que interviene en la biodisponiblilidad de esta vitamina y en la nutrición parenteral a largo plazo. Las alteraciones clínicas producidas por la carencia son acidosis metabólica, alteraciones gástricas, hipotonía, alopecia, dermatitis y queilosis.

No se han evidenciados toxicidades clínicas.

Vitamina B9 o acido fólico

Sus fuentes son el hígado y la carne de res, el pescado, los huevos, los cereales (alubias lentejas, garbanzón) algunas verduras y hortalizas (espinacas, tomates, brócoli col rizada).

Funciona como co-factor de enzimas que intervienen en el metabolismo de los aminoácidos y en la biosíntesis de ácidos nucléicos, siendo muy importante para la maduración de los eritrocitos. Su forma activa es el tetrahidrofolato (THFA).

Los requerimientos de fólico son:

  • Después de los 14 años son de 400 microg/día, en ambos sexos
  • Durante el embarazo se requieren 600 microg/día
  • Durante la lactancia 500 microg/día respectivamente

El déficit es frecuente en el embarazo produciendo abortos, defectos congénitos, defectos en el desarrollo y en el tubo neural, por lo que se recomienda enriquecer las dietas de las embarazadas. Fuera del embarazo, el déficit de esta vitamina es raro pero se debe sospechas cuando exista anemia megaloblástica o hemorragia trombocitopénica cuya causa no esté establecida.

El exceso no produce efectos adversos. Es estable a la luz en solución, pero es inestable al calor en medio acido, por lo que puede ser destruida en la cocina.

Vitamina B12 o cobalamina

Las fuentes principales de esta vitamina son todos los alimentos de origen animal (carnes y vísceras animales, los pescados y los mariscos, los huevos y los productos lácteos). Esta vitamina es destruida por los ácidos, álcalis, luz y oxidación.

Su función es intervenir en la síntesis de DNA y en la maduración de los eritrocitos. Además es importante para la síntesis de ácidos nucleicos y nucleoproteínas. Participa en el metabolismo del folato y en el metabolismo del tejido nervioso.

Las necesidades de esta vitamina son:

  • Entre 9 a 13 años  de 1,8 microg/día
  • Entre los 14 a 18 años y después, de 2,4 microg/día
  • En el embarazo 2,6 microg/día
  • En la lactancia 2,8 microg/día

Los déficit de esta vitamina no son infrecuentes. El paradigma es la anemia perniciosa, una anemia clásica de naturaleza autoinmune, secundaria a la presencia de auto-anticuerpos contra las células parietales gástricas o sobre el factor intrínseco (formado por ellas) que interviene en la absorción de esta vitamina. El déficit produce anemia megaloblástica y problemas neurológicos, principalmente periféricos (neuropatías) que se manifiestan por hormigéos, contracturas, parestesias, etc.

Hasta el momento no se han descrito efectos tóxicos con esta vitamina.

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