Concepto.
El Síndrome del Intestino Irritable (SII) es un trastorno funcional del aparato digestivo, de causa desconocida, caracterizado por dolor abdominal crónico, recurrente, y ritmo intestinal alterado, consistente en diarrea, estreñimiento o ambas situaciones alternando en él tiempo.
Prevalencia.
Es elevada, en estudios poblacionales realizados en EEUU la prevalencia estuvo entre el 10-15% de la población. Estos valores fueron concordantes con un metaanálisis de 8 estudios internacionales que encontraron una prevalencia del 11%, con variaciones amplias entre regiones. Además, en este estudio se observó que fue 25% más baja en los mayores de 50 años que en los menores de esta edad (RR, 0,75; IC del 95%, 0,62-0,92); fue más alta en mujeres que en hombres, 14% y 9% respectivamente; (RR, 1,67; IC del 95%, 1,53 – 1,82) y en las mujeres suele ser más frecuente el tipo estreñimiento.
La importancia sanitaria del SII.
Su importancia es grande, reune los cuatro pilares que soportan la importancia sanitaria de un padecimiento, a saber: 1) elevada frecuencia, peviamente señalada; 2) su coste sanitario elevado, relacionado con las frecuentes necesidades de especialistas (en los EEUU supone entre el 25 y 50% de todos los pacientes referidos al gastroenterólogo); 3) su elevada morbilidad es la segunda causa de absentismo laboral, aunque no aumenta la tasa de mortalidad y la alta frecuencai de enfermedades asociadas y, sobre todo, 4) la posibilidad de mejoría con la terapéutica actual
Enfermedades asociadas al SII.
Los pacientes con SII son también importantes debido a que asocian, frecuentemente, las siguientes situaciones clínicas: 1) sistémicas como la Fibromialgia Reumatica y el Síndrome de Fatiga Crónica; 2) Digestivas de naturaleza funcional como la enfermedad por reflujo gastroesofágico, la dispepsia funcional, el dolor tracio no cardiaco y 3) Psiquiátricas como ansiedad, la depresión y somatización.
Manifestaciones clínicas.
El SII se caracteriza por: 1) dolor abdominal descrito como una molestia o calambre de intensidad variable (de leve a severo) con exacerbaciones periódicas que está relacionado con la defecación, los alimentos y los trastornos emocionales que lo mejoran o empeoran. En algunos casos tienen Distensión o hinchazón abdominal con aumento de la producción de gas que se expresa en clínica como flatulencia o emisión de eructos. 2) Ritmo intestinal alterado que incluyen diarrea (poco cuantiosa y sin productos patológicos), estreñimiento (deposiciones cada 3 días) y hábito normal (deposición diaria bien formada) alternando con diarrea y/o estreñimiento.
Los criterios diagnósticos de Roma IV.
El diagnóstico de SII requiere: 1) Presencia de dolor abdominal recurrente, localizado en el abdomen que aparece por lo menos un día en semana, durante tres meses o más, asociado con dos o más de los tres criterios siguientes: relacionado con la defecación, asociado con cambios de la frecuencia de las deposiciones y asociado a cambios en la apariencia de las heces. 2) Ausencia de enfermedades orgánicas que expliquen los síntomas.
Diagnóstico de los Subtipos de SII.
Se establecen varios tipos según los hábitos intestinales y los días con movimientos intestinales alterados que deben conocer los pacientes. Los datos se recogen cuando el paciente no está tomando medicamentos para tratar el síndrome. Los principales subtipos son: 1) SII con estreñimiento predominante;2) SII con diarrhea predominante; 3) SII con hábitos intestinales mixtos y 4) SII inclasificable. Cumplen criterios de SII, pero no pueden ser incluidos en los anteriores subtipos
Diagnóstico de probable enfermedad subyacente.
Se establecerá en todos los pacientes con SII que tienen historia familiar de EII o cancer de colon, o bien que tienen signos de alarma siguientes:
- Edad de comienzo después de los 50 años
- Episodios de sangre rectal o melenas en heces
- Diarrhea de presentación nocturna
- Dolor abdominal progresivo
- Pérdida de peso no explicable.
- Ferropenia y anemia ferropénica,
- Elevación de calprotectina, lasctoferrina o PCRas
- Todos ellos sugieren la posibilidad de enfermedad orgánica subyacentes e implican la necesidad de acudir al médico sin demora, por tanto, deben ser conocidos por el paciente